SOBRE LAS DUDAS

Llevo unos meses haciendo un curso de historia y filosofía del yoga y he de decir que cuanto más aprendo más dudas tengo. Una de las preguntas que me surgió hace unas semanas fue si realmente podemos los occidentales llegar a ser auténticos practicantes de yoga o estamos jugando a apropiarnos de una cultura ajena.

Estudiando la Bhagavad gītā (obra clave del hinduismo) en el curso me surgió la pregunta de si era un texto en verso o en prosa. La explicación resultó ser que se encuentra entre el verso y la prosa, no es ni una cosa ni la otra o puede ser las dos. Me entristeció darme cuenta de la limitación de mi mente occidental que necesitaba meter en el cajón del verso o en el de la prosa la grandiosidad de un texto que trasciende esas limitaciones. Empecé a dudar de mi capacidad de acercarme al yoga por la construcción de mi mente occidental.

Pero días después llegué a la conclusión de que oriente y occidente son un invento relativamente reciente. Realmente todos formamos parte de una única cultura y tradición humana con correlaciones y relaciones a lo largo de todo el planeta y en todas las direcciones. Pero el conocimiento tiende a encajonar y a definir limites.

Las fronteras son invenciones humanas, no son hechos de la naturaleza. Somos una única especie y una única comunidad humana, no nos diferencia nada sustancial.

Hace poco escuché a alguien decir «la gente se cree que yoga es ir los martes y jueves a hacer una serie de ejercicios y eso no es yoga». Esta claro que la práctica esporádica de asanas no es yoga pero puede ser la puerta de entrada para adentrarse y profundizar en esta grandiosa herramienta. Ya he contado alguna vez que mi primer acercamiento fue a través de la práctica de asanas en una pequeña sala que había al fondo de un herbolario en el barrio de Gràcia en Barcelona y que mientras practicaba intuía que ahí había mucho más donde rascar. Y eso le puede pasar a cualquiera con un poco de sensibilidad y curiosidad.

Cuanto más practico, más estudio y más conozco, más me doy cuenta de lo poco que sé y de lo lejos que me encuentro del yoga. Y me surgen constantemente mil dudas. Entre ellas la de si tengo capacidad como occidental de entender gran parte de ese universo, pero entonces reconozco que esas dudas forman parte del proceso, que estoy adentrandome en el camino del autoconocimiento y que tengo que ir quitándome velos y capas de creencias, prejuicios, ideas preconcebidas y limitaciones para llegar a la esencia, para encontrar respuestas a aquello que se nos escapa al intelecto, para alcanzar la luz.

Si las dudas son mentales son limitaciones y trampas del ego, no te dejes engañar por ellas. La verdad viene de tu ser más profundo, de tu intuición, síguela. Somos mucho más que una mente, pero lo desconocemos. Hay estudios recientes de neurociencia que están planteando que la conciencia no reside en el cerebro (lo siento Descartes).

Al final el yoga no es más que un camino, una forma de busqueda, pero puede haber muchas otras, elige la que más te resuene y hazlo con humildad, con respeto y entregándote a la experiencia con honestidad.

Gracias por leerme.

Amanda

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